Para exponer los conceptos fundamentales que
articulan la teorización junguiana y, con ellos, la psicología analítica, hay
que distinguir entre estructuras psíquicas, actitudes y funciones.
Estructuras psíquicas:
Consciencia
y yo
Inconsciente
personal: complejos
Inconsciente colectivo:
arquetipos (persona, sombra, ánima y ánimus, Sí-mismo o Self)
Actitudes:
Introversión
y extroversión
Funciones:
Racionales:
pensamiento y sentimiento
Irracionales:
sensación e intuición
El modelo psicoterapéutico junguiano tiene
como finalidad facilitar el desarrollo del proceso de individuación o autorrealización
psíquica. Toda individuación remite a la relación que se establece entre el yo
consciente y lo inconsciente colectivo a lo largo de la biografía del
individuo. En cada momento de dicho proceso vital va emergiendo progresivamente
el carácter propio o individualidad psíquica, personificada a través del
arquetipo del Sí-mismo, yo nuclear tanto de lo consciente como de lo
inconsciente colectivo, a diferencia del Yo fáctico y condicionado,
circunscrito a la consciencia. Individuación significaría por tanto llegar a
ser un individuo, llegar a ser uno mismo, una unidad aparte, indivisible, un
Todo. El despliegue del Sí-mismo como articulación de arquetipos previamente
diferenciados en el proceso de individuación es el objeto específico de la
psicología analítica.
(Tomado de la Wikipedia http://es.wikipedia.org/wiki/Psicología_analítica)
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