Pensar III

 

Conociéndonos a nosotros mismos


La sombra personal contiene características psíquicas del individuo que han quedado inexpresadas desde la infancia o adolescencia, que se han reprimido durante el proceso de adaptación y sobrevivencia en edades tempranas.

La humildad consiste en la habilidad de reconocer la verdad acerca de nosotros mismos.

La humildad nos da la calma y la paciencia para encontrar qué es ese lado suave, y mantenerlo.
Uno caza más moscas con la miel que con el vinagre, dicen, y esto también es verdad para la plaga de nuestros lados oscuros.

La falta de auto-conocimiento es nuestro problema básico. Si no conocemos nada objetivo acerca de alguien, si no percibimos de una manera clara y concentrada, normalmente tendemos a tener miedo. Y ese miedo es el que nos lleva eventualmente a odiar a esa persona. La mejor defensa contra alguien a quien tememos y odiamos es la ofensa inmediata.

El punto es que la animosidad genera animosidad; no rehabilita. Las figuras de la sombra necesitan rehabilitación, la cual sólo se consigue con una voluntad de amigarse con ellas con amabilidad, paciencia y sabiduría.




(Fuente: "Jung para la vida cotidiana" de Eugène Pascal. Ed. Obelisco)

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